lunes, 14 de abril de 2008

Acerca de las ciencias sociales

Esta semana vamos a trabajar sobre el prólogo -que les haré llegar por correo electrónico- del libro de Schuster, F. L. (comp.), Filosofía y métodos de las Ciencias Sociales, Buenos Aires, Manantial, 2002.
La primera tarea será señalar cuáles son los conceptos o las ideas principales que maneja la autora, y a qué conclusión arriba si es que arriba a alguna conclusión
En segundo lugar, y para una mejor comprensión de este texto, le pido que aporten datos acerca de, al menos, uno de los autores que cita este artículo y que son: Popper, Kuhn, Feyerabend, Vico, Droysen, Dilthey, Rickert, Hume (de él proviene el adjetivo 'humeano'), Winch, Weber (de él proviene el adjetivo 'weberiano') y Giddens. Y de los conceptos: epistemología y "astucia de la razón" (este último enunciado por Hegel).
Espero sus comentarios, W.S.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

La autora del texto analizado comienza efectuando una reflexión acerca de las dificultades epistemológicas de las ciencias sociales y, a su vez, de la inconveniencia de aplicar los paradigmas metodológicos de las ciencias naturales a las ciencias sociales, en razón –principalmente- de los distintos objetos de estudio. Luego de ello, crítica mediante a los conceptos de Kuhn y Popper sobre el “estado precientífico” en el que se encontrarían las ciencias sociales, intenta delimitar el objeto de estudio de las ciencias sociales. Dice al respecto que dichas ciencias “están interesadas tanto en explicar como en comprender el mundo social”. Ahora bien, antes de analizar los conceptos de “explicación” y comprensión”, hace una breve disquisición sobre el término “causa”, pues para desprenderse del paradigma de las ciencias naturales, es necesario desprenderse también del concepto tradicional de causa. Concluye que debido a que el objeto de las ciencias sociales es el mundo de acciones de seres intencionales, el término “causa” no implica “ley” conforme las ciencias naturales. Por el contrario, las ciencias sociales “explican” sin remitirse a la “ley”, en virtud de que sujetos sociales similares, en condiciones similares, no necesariamente actuarán de la misma manera. La autora define “comprensión” de las acciones como la posibilidad de descubrir reglas que definen esa acción como una acción de terminada, lo que nos lleva al problema de la interpretación. En las ciencias sociales, los intérpretes podrían actuar como agentes cuyas acciones estudian y tratan de comprender. Así, pues, comienzan los cuestionamientos en torno a la diversidad teórica –inexistencia de un único patrón- y a la relación entre las teorías y los datos de las cuales se nutren, los que a su vez se encuentran conformados por el sentido común. Es decir, las ciencias sociales toman al sentido común de los agentes sociales como punto de partida para la elaboración de una teoría, en suma, como dato. Destaca la autora que esta relación entre el sentido común y la teoría es bidireccional, pues también el sentido común también incorpora datos de la teoría social para definir el mundo. Concluye la autora que las relaciones entre la teoría social y el mundo que estudia son complejas, no sólo porque en él actúan agentes con intención, sino también porque el investigador, el intérprete posee determinados valores morales. Es decir, no se trata el análisis de un mundo inanimado, externo al hombre como en las ciencias naturales; en el mundo social, el hombre está en continúa interacción con sus pares y con las instituciones que él mismo creó. Así, la autora finaliza diciendo que no resulta posible formular simples teorías empíricas en el ámbito de las ciencias sociales.
Leonardo I y grupo

Anónimo dijo...

Wilhelm Dilthey (1833-1911) Filósofo idealista alemán, profesor de la Universidad de Berlín, representante de la denominada filosofía de la vida. Dilthey rechazaba abiertamente el modelo epistemológico de las ciencias naturales, esto es, el método científico propio de ellas. Esto le condujo a proponer el desarrollo separado de un modelo para las ciencias humanas o ciencias del espíritu (v.gr. filosofía, psicología, historia, filología, sociología, etc.). Su argumento se centraba en torno a la idea de que las ciencias naturales explican los fenómenos en términos de causa y efecto; por el contrario, en las ciencias humanas el mecanismo fundamental para comprender los fenómenos no es el principio de causa y efecto sino el empleo de la comprensión y penetración humana. Afirmaba que el estudio de las ciencias humanas supone la interacción de la experiencia personal, el entendimiento reflexivo de la experiencia y una expresión del espíritu en los gestos, palabras y arte. Dilthey razonó que todo saber debe analizarse a la luz de la historia; sin esta perspectiva el conocimiento y el entendimiento sólo pueden ser parciales. Para Dilthey, el concepto central era el de espíritu vivo, que se desarrolla en formas históricas. Rechazaba el conocimiento de las leyes del proceso histórico; la filosofía no puede ser un conocimiento de esencias suprasensoriales, únicamente puede ser una «ciencia de las ciencias», es decir, «doctrina de la ciencia». Dilthey divide el mundo de las ciencias en ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu; el objeto de estas últimas es la realidad social. La filosofía ha de comenzar por el análisis de la conciencia, dado que sólo este análisis –según él– proporciona el medio de captar la esencia de la vida natural y del espíritu partiendo de las vivencias inmediatas del «Yo». La base de todas las ciencias del espíritu es una psicología, pero no la psicología explicativa, apoyada en la causalidad, sino la descriptiva. Al caracterizar la creación artística, Dilthey hacía hincapié en la importancia de la imaginación: gracias a ella el poeta eleva lo causal al rango de lo significativo y representa lo típico como base de lo individual. El eslabón de enlace entre la filosofía y las ciencias históricas forma, según Dilthey la «teoría de la interpretación» o hermenéutica».
Johann Gustav Droysen (1808-1884) fue un destacado historiador alemán. Primero profesor en el instituto Gymnasium zum Grauen Kloster de Berlín en 1829, desde 1840 profesor de la Universidad de Kiel, de la de Jena (a partir de 1851) y de la de Berlín (desde 1859). Droysen entendía la misión de la historiología en un sentido matizado Y rechaza completamente la pretensión de Leopold von Ranke por la objetividad en la historiografía. Para él también la historia tenía que ejercer una función educativa para el estado. Como teórico de la historia, Droysen sentó las bases de la metodología de la historiología moderna. El método crítico con las fuentes, que tuvo gran influencia en la historiografía, se remonta a Droysen y Barthold Georg Niebuhr. Entre los discípulos más importantes de Droysen se encuentra Friedrich Meinecke.
leonardo i

Anónimo dijo...

Nuestro trabajo en clases fue detallar las ideas principales que maneja la autora al exponer cuestiones acerca de la definición y caracterización de ciencias sociales.
Las corrientes epistemológicas hacen referencia a las ciencias sociales, para mostrar los problemas que acontecen al no cumplir con los ideales de objetividad y control con los que cumple las ciencias naturales. Suelen tomar como punto de partida para su análisis a las ciencias naturales a la física y a la biología. Y al referirse a las ciencias sociales toman casos de la economía y de la psicología.
Tendencias epistemológicas opuestas, como Popper o Kuhn consideran a las ciencias sociales en una etapa retrasada de desarrollo frente a las ciencias naturales. Por lo cual determinan que las ciencias sociales se hallan aun en un “estadio precientífico”.
La filosofía, autores como Dilthey y Rickert, propusieron una distinción basada en el objeto de estudio y en el método. Las ciencias naturales se ocupan del mundo natural (un mundo dado e independiente del hombre) su meta es explotar las casos particulares por referencia a las leyes universales. Y las ciencias del espíritu (o culturales o históricas) tiene por objeto el mundo histórico, ámbito de la acción humana, están interesadas en comprender el caso individual sin remitirlo a una ley universal que lo explique.
En la actualidad, las ciencias sociales están interesadas tanto en “explicar” como en “comprender” el mundo social. Hoy se acepta explicación y comprensión como pasos necesarios, y no como dos operaciones opuestas en la tarea de dar cuenta del mundo humano.
Pero para que “explicación” y “comprensión” puedan vincularse es necesario reexaminar la definición de “causa” y su uso en las ciencias sociales. El concepto tradicional de “causa” es un “concepto humeano”, que asume la independencia lógica entre causa y efectos, lo cual seria difícilmente aplicable a las ciencias sociales. Si el objeto de las ciencias sociales es las acciones de seres intencionales, la causalidad humeana resulta insuficiente. Es necesario hablar de “causa” en un sentido más allá del “concepto humeano”. Si se redefine la noción “causa”, puede decirse que las ciencias sociales explican, sin remitirse al concepto naturalista de “ley”, en virtud de que sujetos sociales similares, en condiciones similares, no necesariamente actuarán de la misma manera.
También se debe formular el concepto de “compresión”, para que las ciencias sociales se puedan definir como “comprensivas” o “interpretativas”. Al hablar de “compresión” se refiere a la posibilidad de descubrir las reglas que definen a esa acción como una acción tal, de modo que al comprenderla .por saber qué reglas la definen- podríamos en cuanto interprete actuar como los agentes cuya acciones tratamos de comprender. Esta definición delimita el terreno, las ciencias sociales son fundamentalmente interpretativas. Esto quiere decir que las teorías sociales deben ver datos que interpretan y también que esos datos (que constituyen su base empírica) ya están articulados por el significado de sentido común. Se pone en discusión “cómo dar con la interpretación adecuada”, ya que las ciencias sociales aceptarían cualquier interpretación. O que de no hay una interpretación adecuada, entonces NO hay ninguna. No es posible encontrar un único paradigma que defina la práctica de los científicos sociales. La pluralidad teórica es una consecuencia de ello, y a su vez es una ventaja en la variedad de la realidad social que toma por objeto.
Otro tema que surge es la objetividad. La cual, en las ciencias sociales es imposible tal como se logra en las ciencias naturales. La relación entre la teoria y los datos no es sencilla. La teoría no es simplemente un reflejo del mundo, sino que la propia perspectiva teórica en cierto sentido “crea” el mundo que describe. La teoría modifica aquello que estudia. Los seres humanos tienen un conocimiento de “sentido común” del mundo al cual se le incorpora “conocimiento científico” y es este modo es modificado. El problema es cuánto y de qué manera afecta el “conocimiento científico” al “sentido común”. La relación entre ambos es “bidireccional”. Paciencia toma como dato conceptos del sentido común, y el sentido común se redefine a su vez por la difusión del conocimiento social. En algunos casos las ciencias sociales critican, refutan o amplían la perspectiva del sentido común.
Las relaciones complejas entre teorías sociales y mundo de la vida exigen tener en cuenta los valores morales del investigador, el tipo de sociedad, los agentes históricos que la teoría propuesta supone. Con lo cual la neutralidad valorativa no es un ideal de los científicos sociales.
Como conclusión destacamos al autor Giddens, quien ha dicho que mientras las ciencias naturales se relacionan con un objeto que no responde, la teoría social cambia el objeto que estudia en cuanto le provee elementos que el sentido común incorpora como categoría para definir el mundo de la vida. A lo cual agregamos, que el mundo social es un mundo que es objeto de interpretación por parte de los científicos sociales, y al mismo tiempo, es interpretado por los sujetos que lo conforman e interactúan entre si.

Ana.Ariel.Maria.Roxana

Anónimo dijo...

"la premisa trascendental de cualquier ciencia de la cultura es la circunstancia de que nosotros seamos seres civilizados, dotados con la capacidad y la voluntad de tomar una actitud consciente frente al mundo y conferirle un sentido"

WEBER,M. "Sobre la teoria de las ciencias sociales"
"la objetividad del conocimiento en las ciencias y la politica sociales" pag 54

Roxana.

Anónimo dijo...

Max Weber fue un sociólogo y economista alemán. Vivió desde 1864a 1920.
Entre sus escritos, se encuentran “Economía y Sociedad”, “Ensayos sobre Sociología en la Religión”, “Estudios de Metodología”.
Estudió especialmente la relación de las religiones con las estructuras sociales, económicas y políticas de distintos países.
Su obra más conocida y polémica es “La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo”. En ella, estudia el nacimiento del Capitalismo a través de los preceptos de la Reforma Protestante.
Comprende el estudio sociológico, mediante herramientas conceptuales como “tipos ideales”.
En su tratamiento sociológico, se basa en la observación y el análisis teórico.
Cree en el evolucionismo no deliberado. La racionalidad moderna no es el resultado de acciones concientes de los hombres. El Capitalismo, entendido como un conjunto de fenómenos sociales, económicos y políticos, no es producto del diseño humano, sino que ha surgido espontáneamente en la sociedad. Sigue allí a los economistas escoceses, entre los que se ha destacado Adam Smith, con su “mano invisible”.
Weber estudia al Capitalismo a través de los preceptos religiosos, como consecuencia de los mismos. Enlaza la “ética protestante” con el nacimiento del espíritu capitalista.
Es así que la acumulación del capital, el desarrollo industrial, el éxito económico, son ayudados por una visión religiosa de ordenamiento, disciplina y laboriosidad, donde influye especialmente la racionalidad, todos valores ensalzados por la Reforma Calvinista.
El hombre protestante gozará del beneficio de su salvación, a través de la vida y la labor cotidiana.
El trabajo contribuye a encontrarse en un estado de gracia, acercando al hombre a Dios, al tiempo que lo aparta de las tentaciones materiales y de los placeres sensuales. Una de las máximas del Protestantismo, es “trabaja duro en tu profesión”.

María Margarita V.

Anónimo dijo...

Prologo “Filosofia y Ciencias Sociales” – Rosa Belvedresi

Según señala la autora del prologo, el propósito del libro es “..exponer el amplio conjunto de cuestiones filosóficas relacionadas con el tipo específico de empresa intelectual que representan las ciencias sociales.” y a nuestro entender, incluye críticas a las corrientes epistemológicas (según pudimos averiguar es el estudio de la producción y validación del conocimiento científico. Se ocupa de problemas tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención, y los criterios por los cuales se lo justifica o invalida. Es conocida como "La madre de las Ciencias", en la rama de la filosofía que se ocupa del conocimiento en general: el ordinario, el filosófico, el científico etc); como surge a las claras cuando dice que lleva a cabo “...una reflexión mas amplia que la simple enumeración de tópicos epistemológicos”
Refiere, también que la bibliografía de las corrientes epistemológicas, sólo hacen referencia a las ciencias sociales, para referirse a los “problemas” que tienen éstas para cumplir los ideales de objetividad y control.
Según la autora, la filosofía propone una diferenciación basada en un distinción doble, de objeto y método de estudio. Mientras las ciencias naturales, se ocupan del mundo natural, independiente del hombre, las ciencias sociales lo hacen del mundo histórico, en el ámbito de acción humana, sin remitir a leyes que engloben situaciones y así la expliquen.
Trata de explicar también, que a diferencia de las ciencias naturales, las que se rige por “ley”, las ciencias sociales, la relación es más bien de causa-efecto, en las que el efecto es variable, es decir, al ser la causa “una conducta humana” el efecto, tiene una gama de posibilidades, inherentes a la condición humana. Como refiere la autora, “la noción de causa, en relación con la acción intencional no implica el concepto naturalista de “ley”.
A nuestro entender, la autora, trata de poner en relieve, que no es posible poner en pie de igualdad a las ciencias sociales, con las ciencias naturales, partiendo de la base del objeto de estudio, criticando las corrientes epistemológicas. Sostiene que las ciencias sociales son “interpretativas” y que aceptarían cualquier interpretación, mientras las ciencias naturales buscan “LA” interpretación.
Sostiene, asimismo, que las ciencias naturales, también, pueden estar cargadas de subjetividad, existe en ella una relación entre teoría y datos, con lo cual, depende de quien “interprete” los datos, va a estar cargada de subjetividad en la interpretación de esos datos, con lo cual, la teoría, va a ser de cierta forma, subjetiva.
Observamos que este Prólogo es una especie de “devolución”, ante las críticas que hacen las ciencias naturales a las sociales. Es una defensa de las mismas, ante el "ataque" de las ciencias naturales.
Así, hablan del estadio “precientífico", puesto que la discusión no ha terminado. Y creemos que la misma no finalizará nunca, puesto que la dinámica de la sociedad, de los hechos, los actos, y los pensamientos, continuarán generándose a través del tiempo, en cuanto su objeto de estudio es la acción humana, generalmente imprevisible, variable y constante.
Es así que las ciencias sociales son “interpretaciones de interpretaciones”, efectuadas éstas por hombres que no pueden sustraerse de su propia subjetividad. No se trata del estudio focalizado de un “algo” puesto en una campana de cristal, impermeabilizado del mundo, sino de unos “alguienes” que estamos en el mundo social, interactuando constantemente, bajo el signo de la libertad, el discernimiento y la diversidad.
Así como en las ciencias naturales una ley es que “el agua entra en ebullición a los 100 grados centígrados, a nivel del mar”, sabemos que esta ley es de cumplimiento indefectible, en todo tiempo y lugar, y cultura de la que tratemos. No pueden hacerse leyes de esta entidad cuando hablamos del comportamiento o el pensamiento humano. Es de allí que no se admiten teorías de patrón único, y que ninguna teoría abarcará la realidad social, con todas sus variantes.
Tampoco, el estudioso del mundo social puede sustraerse de sí mismo, de manera que la neutralidad valorativa será imposible para el mismo.

Darío A.
Marcela C.
Fernanda Noellia L.
María Margarita V.

Anónimo dijo...

El objetivo del libro, según se puede vislumbrar a partir del prologo, es describir un conjunto de cuestiones filosóficas relacionadas con las ciencias sociales. Se trata de una reflexión filosófica más amplia que la simple enumeración de tópicos epistemológicos.
Según la autora, la filosofía propuso una diferenciación entre las ciencias, basadas en el objeto de estudio y el método. Mientras las ciencias naturales se ocuparían del mundo natural, las ciencias del espítiru (culturales) tendrían por objeto el mundo histórico. Y mientras las ciencias naturales tendrían como meta explicar los casos particulares por referencias a las leyes universales, las ciencias culturales estarían interesadas en comprender el caso individual, sin remitirlo a una ley universal que lo explique. Sin embargo en la actualidad, esta separación entre comprender y explicar no es así. Las ciencias sociales están interesadas tanto en explicar como comprender el mundo social. Están interesadas en por que ocurren los fenómenos históricos-sociales y cuales son las condiciones que los hacen posible. Hoy se acepta que comprensión y explicación son pasos necesarios en la tarea de dar cuenta del mundo humano. También para ello, es necesario explicar la “causa”. Para poder decir que tales acciones fueron causa de tales fenómenos sociales, es necesario analizar las acciones como constitutivas de los fenómenos, son conductas significativas e intencionales, realizadas por agentes responsables de las mismas.
Las ciencias sociales son interpretativas, se caracterizan por ser “interpretaciones de interpretaciones”. Y para evitar caer en una interpretación engañosa y saber cual es la adecuada, debemos encontrar aquellas interpretación es que permitan formular una articulación coherentes de los significados involucrados.
El mundo social es un mundo que no solo es objeto de interpretaciones por parte de los científicos sociales, sino que es interpretado por los sujetos que lo conforman. Los seres humanos tienen conocimiento de “sentido común”. Este sentido común es un dato que se toma como punto de partida de la interpretación que proponen, para ajustarse al postulado Weberiano de la interpretación “subjetiva”. Y además el sentido común de los agentes sociales incorpora conocimiento teórico modificado. La comprensión de los agentes sociales esta empapado de categorías tomadas de la sociología, psicología, etc. La teoría social cambia el objeto que estudia en cuanto reprovee elementos que el sentido comun incorpora como categorías para definir el mundo de la vida

Silvio M.

Anónimo dijo...

Este trabajo plantea la imposibilidad de aplicar los métidos de las cs. naturales a las sociales, difierenciándolas entre ellas por su objeto y método. A su vez, como las disciplinas sociales no pueden equipararse a las sociales y por ende no pueden aplicarse las mismas teorías (como causa - efecto),la escritora del prólogo habla de conceptos como "interretación" y "comprensión", relacioáqndolos con las ciencias del hombre -sociales- para la elaboración de teorías que expliquen el comportamiento del individuo ante una determinada situación ya que cada persona al ser autónoma e independiente del resto reaccionará de distista manera, teniendo en cuenta la relación entre los factores que determinan y condicionan esa circunstancia y la la subjetividad del sujeto. Cynthia S.