domingo, 7 de agosto de 2011

La argumentación forense: parámetros a tener en cuenta

En la argumentación forense deben considerarse los siguientes parámetros:

1) La misma acontece en un marco dialéctico y por tanto, dinámico, del orador con el auditorio o interlocutor: el oponente debe ser siempre considerado como susceptible de respeto y consideración: estar atento al orden o turno en la exposición de los argumentos, a que cada pregunta tenga su respuesta, que no se introduzcan temas secundarios al responder uno principal.

2) La retórica tiene estrechas conexiones con la dialéctica, sólo que en la retórica se seleccionan los argumentos que conduzcan a “afirmar” la verosimilitud –no la categoría de verdad- de la tesis que se presenta.

3) Deben utilizarse argumentos que respondan a una determinada categoría de “actuación o relevancia”, es decir, dar expresión de razones y argumentos que contribuyan a afianzar la tesis que pretendemos sustentar, desechando toda argumentación impertinente o irrelevante.

4) Deben evitarse las expresiones ambigüas o vagas, esforzándonos en ser claros y precisos.

5) Realizar al inicio y al final de la argumentación, una síntesis o resumen de lo que se dice y/o se afirma.

6) No olvidar que la argumentación es un proceso orientado a lograr una adhesión, la de un auditorio a una o a determinadas tesis.

7) Para Perelman, la finalidad de la argumentación es “persuadir”, es decir, es suficiente con que sea suficiente y valiosa para un auditorio particular, pero que no resultará trasladable en principio a un auditorio universal. En cambio, en el ámbito forense, la finalidad de la argumentación está dirigida a “convencer”, es decir, aparecer “razonable para todo auditorio de modo que se presente como una respuesta que sea impuesta desde la propia racionalidad.